Capítulo 6 | Podridos

1297 Palabras
Todo está listo, William y Elizabeth se van a casar, hace varios meses que no saben nada de Mason y aunque a William le duele que su hermano se haya ido, está por comenzar una nueva vida a lado de la mujer que ama. Se levanta temprano para ir al taller, las calles están desiertas, lo cual le parece muy extraño, llega al taller y no ve a nadie, camina entre los autos, tampoco está Noah, ni los muchachos del taller — ¿Charly, estas aquí? – pregunta William entrando a la oficina, pero nadie contesta, escucha un gruñido y va hacia el fondo, mira a Charly arrodillado de espaldas —Charly, ¿qué pasa?, ¿está todo bien? – pregunta William acercándose al hombre, pero no le responde, llega hasta él, está apunto de tocarlo, pero Charly se gira y lo mira, sus ojos son rojizos, tiene sangre por todos lados, y en las manos carne fresca, William da un paso hacia atrás, Charly gruñe incorporándose con lentitud — ¿Charly? – dice William confundido, pero él corpulento hombre sigue caminando entre tropezones, toma a William del brazo y trata de morderlo, William lo empuja, Charly cae, pero se vuelve a levantar para atacarlo. William toma la pistola que está en la oficina y le dispara en el pecho, pero Charly sigue de pie caminado hacia él para volverlo a atacar, forcejea con él hombre, pero no consigue quitárselo de encima y ambos caen al suelo. William trata de tomar un tubo de metal que esta tirado en el piso pero está lejos de su alcance, Charly está encima de él tratando de morderlo, William hace un movimiento y se lo quita de encima, se levanta y toma el tubo, Charly se abalanza sobre él pero William clava el tubo en el cráneo de Charly y el hombre cae al instante, William lo mira aturdido, de pronto la angustia lo inunda, solo piensa en Elizabeth. *** —Padre José – dice Elizabeth entrando a la iglesia, tiene cita con el sacerdote para ver los últimos detalles de la boda, mañana se casará con William, es lo que ha estado esperando desde hace mucho tiempo. Elizabeth camina hacia la sacristía por la desolada iglesia, no mira a nadie, siente unos pasos tras ella, voltea y mira al padre, tiene la mirada perdida, sus vestimentas llenas de sangre, y el rostro en estado de descomposición, Elizabeth lo mira aturdida — ¿Padre, que pasa? – pregunta Elizabeth, el padre José se acerca a ella para atacarla, Elizabeth cae al suelo, trata de escapar, pero no puede zafarse — ¡Auxilio! – grita Elizabeth, pero nadie la escucha, el padre sigue tratando de morderla, Elizabeth llora con desesperación, las fuerzas se le acaban, cuando ya no puede más, piensa en William, no lo volverá ver. El padre está apunto de morderla y de pronto escucha un fuerte ruido, mira la cabeza del padre José desprenderse de su cuerpo y caer al piso, alza la mirada aturdida y mira a William con un hacha en la mano, tiene la ropa y el rostro llenos de sangre, lo mira atónita, William la toma de la mano y la levanta. — ¿Estás bien? – pregunta William mientras la revisa en busca de mordeduras, Elizabeth no puede hablar, está paralizada —Vámonos – dice William y la jala hacia la salida, miran a las personas del pueblo caminando sin rumbo, con la mirada perdida justo como el padre José, William la jala y corren sin cesar escapando de los atacantes. Llegan a una casa alejada del pueblo y entran, William inspecciona el lugar, Elizabeth se sienta aturdida mientras William mira por la ventana, asegurándose que no haya nadie — ¿Qué está pasando William? – pregunta Elizabeth entre lágrimas, William la mira, sus ojos azules son fríos, Elizabeth jamás lo había visto así —No lo sé, Charly me atacó en el taller, igual que el padre José, le dispare, pero él siguió caminando, tuve que atravesarle la cabeza con un tubo de metal, solo así lo mate, no sé qué está pasando, estas cosas comen personas, no son humanos – dice William, Elizabeth siente desfallecer, todo es grotesco y brutal — ¡Es al padre José al que acabas de cortarle la cabeza!, la semana pasada nos confesó – dice Elizabeth alterada —Estaba a punto de morderte, tuve que hacerlo, esa cosa no era el padre José, Charly tampoco lo era, eran otras cosas – dice William mirándola con dureza —Lara, no sé dónde está – dice Elizabeth preocupada, William no la mira, fija sus ojos en la ventana, mirando la noche caer —William tenemos que buscarla – dice Elizabeth, pero William no le responde — ¿Te vas a quedar ahí parado sin hacer nada? – dice Elizabeth exaltada —No podemos hacer nada, el pueblo cayó muy rápido, esa cosa se expande, en el taller no estaba Noah, seguramente ellos… – dice William, pero se queda callado —No, no puede ser – dice Elizabeth llorando —Tenemos que buscarlos – dice Elizabeth, William la mira sin decir nada —Está bien, si te quieres quedar aquí sin hacer nada, hazlo, yo voy a buscarla – dice Elizabeth y camina hacia la puerta, pero William la toma del brazo impidiendo su salida —No vas a salir de aquí, esas cosas están cerca – dice William firmemente y Elizabeth lo mira furiosa —No puedo creerlo, Noah es tu amigo, ¡Lara es como mi hermana! – dice Elizabeth gritando —Lo sé, ¿crees que no lo sé?, pero no podemos hacer nada, si ellos ya se convirtieron en esas cosas, nos van a atacar – dice William, tratando de hacerla entrar en razón, Elizabeth lo mira molesta —Tenemos que buscarlos – dice ella con agonía —Lo haremos, pero no hoy, ya es de noche, solo trata de dormir, mañana los buscaremos – dice William para calmarla y Elizabeth se relaja — ¿Me lo prometes? – dice ella esperanzada, William asiente, aunque no sabe si sea una buena idea Elizabeth duerme, William sigue haciendo guardia, todo es demasiado confuso, esas cosas quieren comérselos, lo único que piensa es que tiene que protegerla. La mañana llega, Elizabeth abre los ojos lentamente, mira a William en el mismo lugar donde estaba anoche, mirando por la ventana — ¿No dormiste? – pregunta Elizabeth, pero William no la mira —No, esas cosas están cerca, tenía que vigilar – dice William secamente, Elizabeth se acerca lentamente a él —Tenemos que irnos – dice William fríamente y se aleja No podía pensar en nada más, todo se había consumido, lo único que quedaba era ella y haría lo que fuera por mantenerla con vida. *** Llevan varias horas caminando por el bosque, Elizabeth está cansada y hambrienta, mira un tronco y se sienta, William la mira serio —Tenemos que seguir – dice William con tono seco —Estoy cansada, tengo sed y hambre – dice Elizabeth, William mira al fondo una de esas cosas acercarse hacia ellos, mira al costado y aparece una horda de muertos putrefactos. —Vámonos – dice William y toma de la mano a Elizabeth, comienzan a correr, pero esas cosas siguen apareciendo, uno de ellos se abalanza sobre Elizabeth, William lo toma por atrás y le clava el cuchillo que encontró en el taller, levanta a Elizabeth y la jala, siguen corriendo, William mata a otros más, Elizabeth toma una pierda y la azota en la cabeza de uno de los muertos. Siguen corriendo hasta que el sol se esconde, encuentran una cabaña y entran, cierran las puertas con seguro, están exhaustos y se pierden en la inconsciencia.
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