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Estamos desayunando y conversando de cualquier cosa, cuando mi celular empieza a sonar, anunciando una llamada.
—Jefa, perdón la molestia a esta hora, pero la juez del caso de la señora Martin, solicitó una prueba de ADN de ella y su hijo, la cual está programada para hoy a las once de la mañana en el laboratorio de genética central —me dice Tamara sin saludar, ni dejarme hablar.
—¡¿Qué?! —grito al ver la hora, además de que como ya había pasado algún tiempo desde que se había empezado el caso y no habían solicitado la prueba, ya estaba dando por hecho que no la iban a pedir o que sería después de la primera citación en el juzgado, pero estaba equivocado y finalmente al ser solicitada por un juez, la prueba sería tomada como prioritaria y los resultados saldrían lo más
