Johana Monroy:
Johana tiene unas enormes ojeras, incluso sus nuevas amigas y compañeras de trabajo Danna y Eliza Grey, lo notan. En especial Danna quién no para de hablar de eso. Eliza su hermana mayor la reprende por eso.
Danna es una chica extrovertida y parlanchina, le encanta mucho vestirse de manera sensual pero discreta, por el contrario, su hermana Eliza, se viste más reservada; lo cuál aparenta ser más mayor de lo que es.
-Johana, ¿Creés que mi hermana debería hacerse un cambio de look? Lo digo porque parece más mayor para su edad.
-Danna, por favor-comenta con vergüenza.
-¡Sólo digo la verdad!. ¡Tienes 23 años y pareces anciana! .
-¿Tienes 23? Pensé que tenias 30- comenta Johana apenada, sus mejillas comienzan a ruborizarse.
-¡Ya ves!. Te urge un cambio de imagen.
-Yo puedo ayudarte con eso, un amigo tiene una estética en el centro, podemos ir mañana temprano y…
-Buenas tardes chicas- La voz de Arturo Fontana se hace presente, las chicas lo saludan y él hombre sonrie- Johana, una vez que acabes de comer, necesito que me acompañes a realizar unos pagos.
-¡Claro que sí!, señor Fontana.
-¡Muy bien!provecho, Danna, Eliza.
El hombre se despide al igual que las mujeres, Eliza se ruboriza debido a la atracción por ése hombre.
Arturo Fontana, es un hombre apuesto de ojos verdes, cabello castaño lacio, tenía porte y elegancia. Pero sabe perfectamente que un hombre como él. Jamás se fijaría en alguien como ella.
-¡Un momento!. ¡Te gusta Arturo Fontana!-exclama su hermana menor.
-Si- comenta en un susurro, mientras arregla un mechón de su cabellobdetrás de su oreja.-¡Él nunca se fijará en mí!. Estoy segura que él prefiere otro tipo de mujer.
Comenta observando a Johana, quién no se dio cuenta, de que la observa.
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Carolina y Carlota Black:
Ambas mujeres aprovechan que ningún m*****o de la familia Black se encuentran presente en la casa. Los niños están estudiando y su pequeña bebe solo se limita a dormir. Tratan de comunicarse con Mauricio Lewis desde hace una semana, pero simplemente no contestaba.
-Sigue sin contestar-comenta Carol, mientras deja su celular en el tocador.
-Estoy segura que Mauricio sabe más cosas que nosotras.
-¡Yo también estoy segura de eso!-exclama Carol sutilmente.
El sonido del celular se hace presente, Carol se da cuenta del nombre de la persona.
-¡Es Mauricio! - exclama.-Hola Mauricio. ¿Cómo has estado?.
-¡Estoy bien! Pero se que no me llamas por eso. ¡Eres mala para mentir!.
Carolina se ruboriza, suspira he intenta ser valiente y decidida ñara todo.
Mauricio, ambas hemos pensado, en qué nos están ocultando algo. ¿Sabés que está pasando?. Sólo podemos confiar en ti.
-Lo único que puedo decir es...qué te prepares para lo que viene.
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Fernando Black:
Fernando Black recibió la llamada de Hall Miller ayer. Hoy en la mañana había tomado el jet para viajar a San Francisco, y regresar a la casa familiar cuanto antes.
Una vez que llega a la ciudad, le pide a los guardaespaldas que lo lleven al hospital, dónde su cliente se encuentra internado. En cuanto llegan al hospital; se acerca a la recepción, donde una enfermera de unos cuarenta años aproximadamente, le sonríe de manera sensual.
Fernando le pide información de la habitación del señor Miller, la mujer asiente y comienza a teclear en su computadora.
-Debe tomar el elevador para subir al tercer piso, va a tomar el pasillo de la derecha a la segunda puerta.
-Muchas gracias.
-De nada, joven.
Los hombres de seguridad siguen a su jefe, incluso le comentan que la seguridad en la casa familiar esta mejor asegurada que antes.
-Su hermano esta con su amigo Adam Wilson, Matt me informa que visitarán a lo señores Davis. Y también se va a reunir con el comandante Horario Smith; para verificar el cuerpo de Tania McAdams.
-¡Perfecto!. ¿Tienes alguna información referente a mis primos?-pregunta mientras sale del elevador.
-El señor Benjamín, dejó a cargo a otro doctor en su hospital. Confirmó que será su último día trabajando ahí. Con respecto a su primo Mauricio Lewis; no hemos sabido nada de él. Y no se ha comunicado al hospital.
-¿Cómo sigue la situación con Jhon?.
-El joven Miller sigue en Europa.
Siente un peso menos al escuchar esa noticia, recuerda cuando una noche le marco preocupado. Debido a que su padre quería casarlo a la fuerza con una mujer desconocida. Pero le comentó que estaría en Europa.
-Muy bien. En un rato visitaremos a Pauline Ford.
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Johana Monroy:
Johana se encuentra nerviosa, a la mente le llegan recuerdos con sus jefes Black. Ambos eran distintos a du manera.
Mientras el padre platicaba acerca de su familia, el hijo se limitaba a leer o enviara correos.
-¿Todo está bien?-pregunta Arturo Fontana con una sonrisa- No has dicho ninguna palabra, desde que salimos del banco.
-Estoy bien, estot intentando comunicarme con mi familia.
-Estoy seguro, que se comunicaran pronto contigo. Lo siento.-el hombre saca su celular y toma la llamada. Se da cuenta que es su jefe David Black- Fontana. ¿En que le puedo ayudar?.
-¡Hola Arturo!. Necesito saber como siguen los negocios. Pero en especial como se encuentra Johana.
-Acabamos de salir del banco, justo realizamos un p**o.
-Se encuentra contigo ¿verdad?.
-Si señor.
-¡Cuídala mucho! Me mantienes informado, por favor.
-Si señor. Me comunico con usted después.
-¿El mero jefe?- pregunta Johana, arqueando su ceja.
-¡Así es! , quería saber si ya sé realizó el p**o y todo eso.
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Agnes Smith:
Agnes comienza a leer el informe que tiene entre sus manos. Su cabeza duele. Prefiere irse otros seis años. Le gusta su trabajo, pero es demasiado tedioso. Todos esos casos y víctimas.
Por esa razón tomó la decisión de despejar su mente, fue así que conoció a sus amigos, ella quería probar nuevas cosas y lo consiguió.
Su hermano le dio la oportunidad de que disfrutará su vida. Le dio un plazo de seis años, el cuál finalmente concluyó.
Entrelaza sus dedos sobre las hebras plateadas de su cabello corto, el tinte resalta sus ojos celestes. Sale de la oficina, para poder servirse otra taza de café.
Se dirige a la cocina y puede observar una silueta familiar al lado de su hermano.
¡Es David Black! ¿Qué hace aquí?. ¿Acaso el señor Black esta muerte?
Todos esos pensamientos se hacen presentes en su mente. Nota como se dirigen a la morgue. Piensa lo peor. Sigue sus pasos sigilosamente. Puede escuchar la conversación entre ambos hombres :
-Se que no es fácil para usted todo esto señor Black. ¡Le ayudaremos a encontrar a su hija!.
-Agradezco todo lo que han hecho por nosotros. Podemos proseguir con lo del cuerpo.
Horacio Smith da la orden a lo cual el médico forense deja al descubierto el cuerpo de Tania. David la reconoce y llora.
-¡Es ella!-comenta mientras se quita el cubrebocas-Pueden dejarme a solas; por favor.
Ambos hombres asienten y se retiran del lugar. David observa el cuerpo desnudo de la qué alguna vez, fue la mujer que quiso en su vida. Observa su cabello rubio sin brillo, su piel pálida esta llena de moretones de varios colores.
Agnes sale de su escondite, sin hacer ningún ruido, se dirige a la entrada de la morgue sin que el hombre la observe.
-Tania. ¿Qué has hecho? Te prometo que encontraré a nuestra hija. Y tendrás un entierro digno. ¡Descansa en paz!.
-¡Tienes una hija! Eso explica mucho.
David gira a observar a la dueña de esa voz. Y solo se sorprende al igual que Agnes.
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Fernando Black:
Fernando observa al hombre frente a él, tiene muchos tubos conectados a su cuerpo. Se acerca a Hall Miller, Fernando siente preocupación por el frágil hombre. Al contrario de Miller, quién se encuentra feliz de verlo.
-Hola Fernando-comenta el hombre con pausas en sus oraciones y la respiración agitada.
Fernando toma su mano y le sonríe de forma cariñosa, recuerda que Hall Miller fue su primer cliente. Gracias a él pudo demostrar que es un gran abogado.
El indefenso hombre comienza a toser. Fernando se acerca hasta la jarra de agua y vacía el contenido en un vaso, para regresar con el hombre y ayudar a que beba.
-Tan acomedido. ¿Ya está lo que te pedí?
-Si, hice los cambios que me pidió en su testamento.
-Muy bien. ¿Ya conociste a Pauline?.
-Aun no tengo ese privilegio, pero en un momento lo haré. ¿John vino a verte?.
-¿Antes de irse a alguna parte de Europa? No, y no creo que lo haga. Sólo me dejó esta foto- comenta señalando la foto.
Fernando se acerca a verla y recuerda ese día toda la familia Black, se reunió para la graduación de la universidad de John.
Cuando todos eran felices. Deja la foto en su lugar y observa a Hall.
-Yo…
-Descuida, tú eres el padre de John. Él mismo me lo dijo también. Quiero pedirte un favor.
-¡Claro!-exclam dejando su portafolio sobre la cama.
Hall saca una pequeña caja de madera, se la entrega con manos temblorosas, Fernando la toma, esta a punto de abrirla, pero la voz de Hall, se lo impide.
-Lo abrirás en su debido tiempo, nadie tiene que abrirla, ni siquiera tú, lo debes hacer junto a John.
Fernando observa la pequeña casa, parece ser realmente acogedora, se dirige hasta la entrada principal y toca el timbre.
Una mujer de estatura mediana y rolliza se hace presente, tiene una mirada maternal. Le recuerda a su madre, incluso a su esposa.
-Buenas tardes, caballero ¿En que le puedo ayudar?.
-Estoy buscando a una chica, se llama Pauline Ford, el señor Hall Miler, me comentó que la puedo encontrar aquí.
-¡Así es!. Pauline es mi hija, usted debe ser el señor Black ¿Cierto?
-¡Así es! .
-Entonces pase, señor Black. Mi hija está en el jardín, enseguida le llamo, pero ¿Gusta algo de tomar?.
-¡Así está bien!. Comenta sentándose en la sala.
-¿Quién es mamá?- una voz femenina se hace presente, Fernando se levanta para poder presentarse.
Fernando se encontra cara a cara con la futura señora Miller, no niega su hermosura, es una mujer delgada, pero no era su tipo, de cabello castaño largo y piel clara.
La mujer lo observa de mala manera y acepta su saludo de mano sin mucho emoción. El hombre sonríe , pero se siente intimidado ante esa mujer.
-El señor Miller, me comento que usted será la esposa de John, es un gusto conocerla señorita, déjeme decirle que…
-Estoy más que enterada de eso, pero si le soy sincera no me apetece casarme.
-¿Entonces?
-Le voy a explicar cómo sucedieron las cosas realmente.