[CAIRO] Nuestra cena estuvo llena de magia, por primera vez creo que ambos fuimos capaces de dejar todos los problemas atrás y hacer de cuenta que en este mundo estamos solo él y yo. Me siento feliz y en esta ocasión ya no hay culpa alguna porque mis hijos ya están conmigo. Tal vez en mi próxima terapia pueda decirle eso a mí doctora y darme cuenta de que poco a poco voy volviendo a ser yo. Lo miro conduciendo hacia no sé dónde y solo me pierdo en cada detalle suyo. Sonríe, me mira y por consecuencia sonrió también —¿Puedo saber porque me miras así?— Me pregunta divertido. —¿No puedo mirarte?— Cuestiono y asiente. —Claro que puedes, soy todo tuyo, así que puedes hacer lo que quieras de mi— Me deja saber y me acerco a su cuello. —¿Todo mío?— Inquiero sensual y paseo la yema de mis ded