[CAIRO] Después de mi conversación con Nicole y de subir la escalera lentamente, entro a la habitación, y allí veo a mi esposo sentado en el borde de la cama mirándome de una manera extremadamente especial y con sus ojos llenos de lagrimas contenidas que me preocupan un poco más de la cuenta «¿tan mal se ha puesto por lo que me paso?» me pregunto y cierro la puerta con llave para acercarme a él y una vez enfrente suyo, sujeto su rostro —¿Qué sucede mi amor?— Pregunto bajito. Una lagrima se escapa de sus ojos rodando por su mejilla —Te juro que no quise escuchar, baje a buscar algo y oí… no te voy a preguntar de la sorpresa ni nada de todo eso, no quiero que me lo cuentes, pero si te voy a decir gracias por hacer algo que no me di cuenta que no era capaz de hacer y es ser ese consejero q