—Finalmente solos— Comenta entre beso y beso mientras que vamos caminando por la habitación de este avión donde pasaremos está primera noche como esposos de manera legitima por llamarlo de alguna manera.
Sus labios me queman cada vez más, y agradezco que la turbulencia sea inexistente entre las nubes porque ya tengo mucho con que lidiar con la mía propia —Por fin, no es que no me haya gustado la fiesta, pero estaba esperando por este momento— Admito mientras que le voy quitando el moño de su esmoquin. —Te ves tan sexy con esta ropa… y a pesar de que amo como te sientan estos pantalones, más me gustas cuando no llevas nada puesto y estas encima mío.— Le confieso haciendo que sonría.
—¡Señora Gagnier! Pero que es todo este atrevimiento— Bromea entre risas. —Al parecer solo me sigues viend
