[CAIRO] Es imposible que las imágenes del día que di a luz a Mateo y Luka no se pasen por mi mente. Todo era tan diferente que me siento extraña incluso cuando este dolor ya me es familiar. En ese sitio oscuro en el subsuelo de aque internado estaba sola y eran solo unas enfermeras y un doctor los que me acompañaban, esos mismos que luego me provocaron el dolor más grande del mundo con sus mentiras y su complicidad para quitármelos. Hoy las cosas no son así, en estos momentos estoy en una sala de parto que inspira confianza y con un grupo de profesionales quienes me alientan para lo que esta por venir. Sin embargo, la persona más importante en todo esto entra por esa puerta y a pesar de que lleva un cubrebocas, sé que me esta sonriendo. Soy capaz de ver en sus ojos todo lo que siente y e

