“Quizás con Liam Raynold, sea con quien más haya aprendido y sufrido cuando se fue de mi vida. Él dejo huellas imborrables en mi vida. Era el hombre que representaba la frase “hacer el bien”, dejo todo lo que era para resolver el caso y que ahora mi familia y yo podamos vivir un poco más tranquilos, pero ¿Qué precio tuvo la justicia? Cuando supe que su esposa había sido asesinada en un atentado que iba para él y toda su familia, me pregunté muchas veces si eso era mi culpa, si a la gente que se acercaba a mi le hacían daño por mi, o es que era solo una coincidencia. Me costo mucho entender que el ámbito en el que ellos se mueven esta lleno de amenazas constantemente, que el precio de hacer el bien puede ser ese. Si bien no estoy segura de que nuestros caminos se vuelvan a cruzar en un

