[OLIVIER] Al día siguiente: 29 de septiembre Un fuerte ruido en la puerta me hace despertar completamente desorientado, y al mirar el reloj que se encuentra sobre la mesita de noche, me doy cuenta de que apenas son las cinco de la mañana —¡Olivier!— Escucho la voz de Matías y solo puedo levantarme de la cama, colocarme mi boxer y pantalón lo más rápido que puedo mientras que Cairo va despertándose sin entender que sucede. —Quedate aquí, yo me encargo— Le dejo saber y apenas asiente en tanto yo voy hacia la puerta y salgo de la habitación encontrándome con Matías y su rostro lleno de lagrimas —¿Qué paso?— Pregunto alarmado y es que a pocos pasos de él en el pasillo esta Salvador completamente devastado. —Olivier…— Intenta decir, pero el llanto es incesante. —Chicos, me estoy asustando

