Bajo las escaleras cuando suena el timbre de mi casa, todavía se me hace raro saber que esta es mi casa y la de Ian, es tan raro, solo tengo dieciocho años. - Hola Anton, ¿Qué tal? - Eso debería preguntarte yo a ti.- me sonríe.- Ian me ha dicho que hoy tienen una cita. - La tenemos. - ¿Se lo vas a decir?- sé a lo que se refiere. - Si. Estoy un rato más con mi hermano, incluso le preparo galletas para que él y Maverik se las coman, no puedo creer que he visto la evolución de esos dos. Subo de nuevo las escaleras, mis hijos hoy están con mi padre por el tema de la cita. Me cambio el pijama por un vestido rojo, color favorito de Ian, y me pongo unos tacones que si supiera de mi estado lo volverían loco, es demasiado dramático, mucho más que yo y eso es mucho. Ian no va a venir a por
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