Esta semana todo ha sido igual, todo mi cuerpo descontrolado, tanto así, que por miedo a hacer daño a Ian o a los gemelos me he ido a la casa de mi padre, concretamente a donde mi padre se encerraba en las épocas de celo, allí los poderes no funcionan y hay una jaula así que es prácticamente imposible que le haga daño a alguien, solo dejo que me saquen de aquí cuando tengo que comer, desde lo del cuartel, tengo miedo de mi misma, destroce demasiado ese día y no quiero que eso pase pero está vez con mi manada, una cosa es el bosque, otra es la gente que amo.
- Señorita es la hora de la merienda.
Me levanto del suelo y me abren la puerta, le doy una sonrisa y salgo de ahí en dirección al bosque, mi parte demonio está hambrienta, muy hambrienta.
Llegó al bosque, asustó a algunos ciervos, d
