—Solo les digo que no se confíen, la he visto desplumar a jugadores regulares, incluso me ha ganado más veces de las que me gustaría admitir. —rodé mis ojos, ¿Es qué no quería parte del botín? —Deja de lamentarte Jagger, hasta un niño de siete años te ganaría, eres lindo, pero no hábil en las cartas. —¿Estas retándome girasol? Porque yo creo que es eso lo que escucho. —¿Y qué si lo hiciera? ¿Aceptas o tienes miedo? Vamos niño bonito, estamos esperando tu respuesta. —Te pones agresiva cuando se trata de juegos, me gusta eso. —sentí una sonrisa extenderse por mi rostro, pero no daría marcha atrás. Todos a nuestro alrededor estaban igual de divertidos. Mientras Adrián Vanderham, el padre de Jagger mezclaba las cartas, su madre, hermana y cuñado nos observaban con la misma sonrisa.