Henry: Estaba cansado, no recuerdo la última vez que me tomé un descanso como este, tenía la espalda recargada en un árbol, mientras que el viento golpeaba mi cara. —Mi señor, ya limpiamos toda la zona. —Bien. —Mi señor, capturamos a Alec Barone y a cuatro lobos más, ¿Qué hacemos con ellos?. —Vamos a encerrarlos por ahora. Abrí los ojos y Ast me miraba con atención, fue una sorpresa que él se involucrara, y también fue un punto clave de nuestra victoria, sin él y sin su gente, segúramente mi cabeza estaría empalada en lo más alto de esta montaña, aunque la muerte no era una mala idea, estaba harto de toda esta situación, simplemente estaba cansado de la vida. —¿Qué? —pregunté con brusquedad, más de la que quería reflejar, pero eso a Ast no le importó. —La corona pesa ¿No?.