Dos días después de mi llegada a Nueva York volvemos a la empresa y a pesar del dolor que siento en el pecho tengo una motivación para no dejarme derrumbar por algo como el rechazo de un hombre, aunque sea el que amas. Al llegar a la empresa como todos los días me espera Adán con mi café en su mano y yo le sonrió, caminamos hasta mi oficina donde me espera Emma más que lista para comenzar a trabajar. - Hola – la saludo abrazándola - ¿Dónde está Christian? - Esta con el señor Pankov – me responde Emma mientras me siento frente a ella - ¿y es? - El dueño de la ensambladora de aviones ucraniana K&P inc.- me dice y entonces recuerdo que es el proyecto del que Christian me hablo. En ese momento tocan la puerta. - Adelante – digo viendo a Emma sonreír, para luego ver entrar a Christian acom