Christian —¡Alma, espera! —gritamos Raúl y yo al unísono evitando que diera un paso, todos quedaron sorprendidos y Raúl con un dejo extra de extrañeza, pero me enfoqué en lo más importante. —Alma, sea lo que sea que haya ocurrido entre ustedes es evidente que no está resuelto, así como tampoco es justo lo que quieren hacer contigo, pero este tampoco es el momento de hacer un escándalo. —Él tiene razón —intervino Raúl con firmeza. —No dudaría en que quisieras abofetearlos y gritarle sus verdades a nuestra madre, pero al menos piensa en Karina, esta también es su boda y no se merece que le arruines un día tan importante. —Es cierto Alma —habló Mariana esta vez. —sabes lo entusiasmada que Karina estaba porque llegara este día, mejor esperemos a que regresen de la luna de miel, igual estoy