47. OTRAS MANOS, OTRO CALOR

2174 Palabras

Las horas siguieron su curso y con ello el alcohol junto a los bailarines quienes iban saliendo en diversos números. Los billetes volaban por donde se viera, la felicidad de las cuatro parecía no acabar y las charlas se iban poniendo cada vez más picantes. —De saber que esto era lo que necesitabas, habríamos venido hace mucho —dijo Sarah, quien ya tenía varios tragos en la cabeza. —Ni siquiera sabía que lo necesitaba —respondió Mariana. —¿Y qué pasó con la universidad? ¿Acaso no te divertiste con tus amigos? —preguntó Cecilia. —No, estaba estudiando para volver pronto al pueblo y quedarme al frente de la hacienda, después llegó Raúl, mis hijas y no hubo tiempo de nada. Me sentí mal al saber que no se divirtió como correspondía, pero al menos reconozco que mi hermano supo darle mucho p

Lectura gratis para nuevos usuarios
Escanee para descargar la aplicación
Facebookexpand_more
  • author-avatar
    Autor
  • chap_listÍndice
  • likeAÑADIR