La diva despierta al sentir algo tibio y húmedo posarse sobre su vientre, sonríe y lleva su mano hasta el cabello de Kemal, el hombre ronronea y Eva siente el cosquilleo de su barba en su piel.
—¿Estás bien? —le cuestiona la diva.
—Ahora lo estoy, —susurra alzando su mirada hasta sus ojos.
—¿Por qué aceptaste? —Lo interroga—Pudiste salir muy lastimado, —regaña.
—Todo lo hago por ti, el bebé y la nueva especie, —responde como si nada mientras que sus besos van a otro lugar, Kemal está a punto de bajarle las bragas y se detiene cuando la escucha sollozar—Hey ¿Qué pasa? —se posa sobre esta mirándola con preocupación.
—No quiero que te pongas en peligro, —Eva no puede controlar sus lágrimas—¿Por qué no puedo dejar de llorar? —se confunde.
