Vania me deja en la casa y ella se va de prisa a terminar de prepararse, estoy por entrar cuando siento que me recorre un horrible escalofrío por todo el cuerpo, volteo a revisar por todas partes y no veo nada, aunque podría jurar que alguien me estaba observando. —¿Pasa algo Izan?—pregunta Joel mientras se acerca a mi. —No Joel, solo sentí como si alguien me observara. —No lo creo, pero igual daré una ronda para revisar la seguridad. —No te preocupes Joel, tal vez sean mis nervios por la fiesta. Él asiente no muy convencido y se va a revisar, entro a la casa dejando a un lado mis pensamientos, subo a la habitación y me doy una ducha sin mojarme el cabello y la cara, después de humectar mi piel me pongo el vestido, al verme en el espejo me sorprendo, me veo sencilla pero elegante,