Estoy embobada viendo por la ventana como cae la nieve cuando Brett me abraza por la espalda. —¿Todo bien Boo? —Si, qué bonita vista tienes aquí. —Siempre me gusta ver por la ventana cuando me siento un poco inquieto, así que cuando compre mis casas, fue en lo primero que me fijé. —Me gusta mucho. Me da un beso en la mejilla. —¿Te gustaría ir a esquiar después de comer? —No sé esquiar, Brett. —Vamos, yo te enseño, soy un buen instructor. —Está bien. Bajamos a comer y después nos cambiamos con ropa especial para esquiar. —¿Nos iremos caminando?—pregunto preocupada y él sonríe. —Hay una zona de esquí muy cerca, es privada. Yo asiento sin estar muy convencida, salimos y como él lo dijo la zona de esquí está cerca de la cabaña y no hay muchas personas, entramos a la oficina donde