—No puedo creer que no se dieran cuenta que estaba aquí—grita Brett furioso y Joel está tratando de explicarle.
—Brett—dice Joel calmado.
—¿Como puedo entrar sin que lo vieran?—sigue gritando muy molesto.
—Brett fue algo que no teníamos previsto.
—Es que no puedo creer que..
En ese momento se da cuenta que estoy ahí, se abalanza sobre mí y toma mi cara entre sus manos.
—¿Dime que estás bien? ¿Dime que ese imbécil no te hizo daño?
—Brett..
—¿Él te hizo la herida del cuello? No puedo creer que yo fuera el último en enterarme—me revisa el cuello preocupado. —Tenemos que ir al hospital a que te revisen, no entiendo porque no fuiste, debieron avisarme.
—Amor, estoy bien, por favor tranquilízate, recuerda que soy doctora, la herida no es grave yo misma me la curé y si no te dijimos nad
