Katrina Me cambio la bata del hospital por la ropa que me ha traído Dante para volver a casa. Me despido de las enfermeras y de mi doctora que me dedican una mirada complice. Llegamos a casa y Flavia se disculpa treinta veces por no haber podido ir a verme al hospital, yo la tranquilizo, mi suegro y ella también tienen derecho a viajar alguna vez y tener algo de intimidad, le doy una sonrisa a ambos y Dante y yo subimos a nuestra habitación. - ¿Sabes que aunque tengo que guardar reposo también tengo que alimentarme ?- Dante me mira como si tuviera cuatro cabezas y yo me río por ello, sus ojos parece que se van a salir de sus cuencas y yo creo que no abre más la boca porque no puede. Dejo de reírme cuando él recupera la compostura aunque solo asiente.- Dante, amor, entiendo que tengas mie