—Señor Ransom, le puedo asegurar que esta es una época que comienza a tomar conciencia. —Eso es parte de un vocabulario hipócrita. Vivimos en una época de indecibles imposturas, como dice Carlyle. —Muy bien —respondió Verena—, para usted resulta muy cómodo decir que nos deja en paz. Pero le es imposible dejarnos en paz. Nosotras estamos aquí y de alguna manera nuestra presencia cuenta. Es necesario, pues, que nos coloque en alguna parte. ¡Qué notable sistema social ese del que habla y que no tiene sitio para nosotras! —continuó la muchacha sonriendo a la vez de la manera más encantadora. —Ningún lugar público. Mi proyecto consiste en mantener a las mujeres en su casa y vivir con ellas allí mejor de lo que hasta ahora ha sido posible. —Me alegra oír que algo va a ser mejor; las condicio