Es Franco, rechazo la llamada y vuelvo a sentarme.
—¿Algo importante? —me pregunta Jeremy.
—No, pero no quiero empezar a ocultarte nada, es mi ex, me ha estado mandando mensajes de que me extraña.
—Vaya, gracias por contármelo.
—El día que me quemé las manos, eso fue lo que me distrajo.
—¿Un mensaje de él?
—Si, aunque no lo leí en el momento, me distrajo por completo, no deja de mandarme mensajes diciendo que está arrepentido y que me sigue amando, incluso dice que me extraña, en cada mensaje me pide perdón y me hace promesas.
—¿Y qué piensas de eso?
—No hay nada que pensar, no quiero saber nada de él.
—¿Estás segura?
—Jeremy, no me gustan las mentiras, yo prefiero que aunque sea doloroso siempre me digas la verdad, yo también haré lo mismo.
—A mí tampoco me gustan, y si queremo
