Barry Dos semanas después Termino de arreglarme y me miro en el espejo, nada mal para alguien que casi tiene 39. Peino mi cabello una vez más y no quedo convencido, odio tenerlo tan largo pero con el trabajo que se me acumuló y la estancia de Ben en mi casa, lo dejé hasta el final de la lista. Hoy es un día especial, es mi cumpleaños número 39, aunque me vea más joven. Mi madre planeó una fiesta sorpresa, sorpresa que Ben no pudo esperar para contarmela. Creo que deberíamos ser un poco más reservados con las sorpresas por que a él le gusta contarlas en el momento menos prudente. —Sabias que esta científicamente comprobado que las personas que pasan mucho tiempo mirándose al espejo pueden desarrollar síndrome de narcisista, si es que no lo tienes ya. –asegura Ben desde el marco de la