Lo único que puedo sentir es frío; aunque quizás se deba a la brisa constante que mueve mis cabellos, lo que es extraño, ya que no creo estar en un sitio al aire libre. Mis ojos no pueden distinguir casi nada, parece que estoy metido dentro de un cuarto lleno de cachivaches inservibles que parecen casi como un laberinto sin salida. Una pequeña chispa de compresión se abre paso en mi mente de pronto al reconocer el sitio, uno en el que había estado muchísimos años atrás y que casi había sacado de mi memoria por los recuerdos dolorosos que me invaden. Camino y camino sin parar, pero no llego a ningún lugar y comienzo a sentirme desesperado, no recordaba que ese lugar fuese tan enorme, pero parece que se había multiplicado a pesar de que sé es imposible: se había consumido con las llamas