Decir que tomaría la revancha por todo lo que mis hermanos me hicieron fue fácil, elaborar un plan para lograrlo, no tanto. Jorge dejó el país, abandonó el proyecto en el que trabajó un año y lo último que supe fue que usó su dinero para garantizar una inversión en una empresa extranjera, volver a verlo no iba a ser tan simple, y Sarah, era muy astuta. – Una cláusula de permanencia – así decía el contrato, nuestra relación iba a ser codependiente, yo sería la socia mayoritaria, a cambio, Sarah continuaría siendo la directora general, básicamente, yo no podía removerla de su puesto. Y no planeaba hacerlo, toda mi venganza perdía sentido si ella era despedida, algo así sería lo más ridículo que podría hacer, pero lo que me molestó, fue que ella lo pusiera por escrito, aparte, había una cl

