Dulce y salado

1956 Palabras

Antonio no rechazó la propuesta y de forma irónica sugirió el restaurante Obsidiana para la reunión. Regina era actualmente la dueña y muchas cosas habían cambiado, comenzando con la iluminación, pero tiempo atrás, ese restaurante pertenecía al grupo Financiero Evans y fue allí donde Leo y Antonio volvieron a encontrarse, años después de la muerte de Clara. Mientras conducía Leo intentó vaciar su mente. La idea lo rondó durante un mes completo y un día antes, fue a ver a su madre para pedirle su opinión y ella respondió. – Dejaré que tú lo decidas. Su madre lo conocía a la perfección. Leo aún no sabía qué hacer e ir a buscarla fue una forma de deslindarse de las consecuencias. Ahora estaba solo y había tomado una decisión, aunque no sabía si era la correcta. Entraron a la habitación n

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