Afuera comenzó a llover. Patricia miró las gotas de lluvia bajando por los cristales y recordó esa noche. Su torpeza al momento de sacar la bolsa, lo cuidadosa que fue con los guantes y la chaqueta, el sonido de la bolsa rompiéndose. El hombre que la ayudó a acomodar el cuerpo y al final. Su tacón rompiéndose. Sintió que había dejado todas las huellas del mundo en esa escena y estuvo asustada por semanas. El trayecto fue tenso, Antonio seguía mirando su Tablet, leyendo artículos y haciendo pequeños gestos con los labios, el guardaespaldas sentado en la parte de atrás permanecía en silencio, el que iba al frente tenía el ceño fruncido y Javier estaba nervioso, golpeaba el volante con los dedos. Había cinco personas en el interior del coche. Patricia sintió que no podía respirar. Anton

