Por fin me decidí a ir a esa dichosa discoteca dónde mis amigas me rogaban que fuera. Si voy a empezar a trabajar en mí pues creo que este es un buen comienzo, para divertirme y olvidarme de todo por unas cuantas horas. Y también me atreví a vestirme un poquito más revelador con un vestido rojo muy ajustado y por la altura de mis muslos y por último con unas zapatillas de tiras. La verdad es que no me reconozco pero maldición mi cuerpo realmente se ve voluptuoso, simplemente agradecer a quién hizo está pieza. Salgo de mi departamento de prisa porque ya voy tardísimo pero dejo mi andar cuando veo a Eduardo fuera del edificio y caminando hacia dónde mí. ¿Qué hace él aquí? Su mirada recorre todo mi cuerpo sin ningún pudor, tome largas respiraciones cuando aquél hombre delante de mí se mordi