Malena
Me estoy muriendo de vergüenza. ¿Cómo voy a soltar semejante barbaridad delante del padre del chico que me gusta? Definitivamente, cada día estoy más estúpida.
Lucas para de reír, pero no borra su sonrisa y me guiña un ojo, lo que produce que mi cuerpo se acalore. Me siento demasiado hormonal y él no deja que mi sistema se recupere después de todo lo que hicimos ayer. Me costó dejarlo ir y casi me pongo de rodillas para rogarle que se quedase a dormir conmigo, pero dejé que se fuera solo porque necesitaba procesar internamente y en soledad todos los sentimientos que me empezaban a aflorar por él. Y hoy, al abrir la puerta de casa y verlo ahí, tan tierno y sensual, no pude negar que esto es más que gusto físico. Estoy cayendo demasiado rápido por él, y trato de abrir una especie
