Es todo aún más perfecto de lo que soñé. Aún sabiendo las ganas salvajes que nos tenemos, se toma el tiempo de desnudarme, de tocarme, de saborearme con suavidad y de cuidarme. Está siendo gentil, caballero y romántico, a la vez que lujurioso y pasional. Es más de lo que esperé y sus hechos me dejan sin palabras. Besa cada centímetro de mi piel, acaricia cada pliegue y trata con amabilidad mis zonas más sensibles. Me pierdo en sus ojos brillantes que reflejan la excitación que siente en este momento. ¿Acaso esto también es un sueño? ¿Puede ser que sea tan sensual y caballero al mismo tiempo? Sus manos dejan mi piel ardiendo en cada centímetro que toca y su boca se desliza desde mis labios hasta mi intimidad. Esta vez no se detiene cuando comienzo a sentir el orgasmo, y exploto en su