Me dirijo a la habitación de Erika, no puedo creer que ella se está escondiendo de mí como una niña pequeña, realmente no lo entiendo, sé que cometí un gran error en decirle que solo sentía amor de amistad por ella. Pero no es para que me trate mal y me evité, en este momento necesitó hablar con ella. Estoy a punto de tocar la puerta, pero sé que no me abrirá, me dirá que no quiere verme. Abro la puerta de una vez por todas. —Erika, ¿qué estás haciendo? —Pregunto, pero realmente estoy tratando de no reírme. —Durmiendo que no lo ves —me dice mientras se cubre otra vez con la sábana. —Sé que tú estás más despierta que ninguna persona, así que no finjas que estabas dormida, quiero hablar contigo. —No, no quiero, quiero estar aquí tengo mucho frío, di lo que tengas que decir y adiós. [E