Había estado un poco ansiosa con la pregunta que me había hecho Alycia. Sobre si tenía hijos. Quise disimular que nada pasaba, pero Sawyer me empezó a conocer mejor. —¿Qué pasa? —me pregunto Sawyer. Íbamos para el hotel a donde nos vamos a quedar esta noche. Cómo no se iba a dar cuenta si no dejaba de mover mi pie, ((típico en mí, cuando algo me molesta)) ¿cómo no se iba a dar cuenta? Soy pésima ocultando las cosas. —No es de importancia —le dije. Él soltó un suspiro pesado. —Fiorella, para mí sí es importante. Esto todavía es nuevo para mí. Jamás Mohamed se preocupó por algo que me pasaba. Sé que no debo comprarlos. Pero es inevitable no hacerlo. Sin querer me empezaron a salir las lágrimas. ¿Qué me pasa? Estoy hecha un desastre. —Es que es realmente una tontería —le dije entre