POV: Ashley. —Ya puede irse a casa, señorita Moon —dice el doctor Bing, cerrando la historia clínica y mirándome por encima de sus gafas. —¿Está todo bien, doctor? —insiste William, nervioso por toda la situación e inseguro de que yo esté bien. Su preocupación, me provoca rodar los ojos y a la vez, querer besarlo. El doctor lo mira con una sonrisa y asiente, supongo que fue víctima de su nerviosismo durante las veinticuatro horas que estuve internada en la clínica. Tomo su mano, para tranquilizarlo y veo cómo gira su cabeza para mirarme a los ojos. Lo que veo en ellos me hace sentir especial, hace brincar mi corazón. —Me siento bien, Will —aseguro—, ya podemos ir a casa. Conforme digo esas palabras en su mirada un brillo refulge y en sus labios, una sonrisa se extiende. Su mano acaric