POV: Ashley. Abro los ojos y la oscuridad me recibe. Solo un resplandor tenue se observa por debajo de una puerta cercana. Estoy acostada de lado y siento un peso sobre mi cuerpo, además de una respiración pausada contra mi oreja. Sonrío, enternecida y feliz, sabiéndome abrazada por el hombre de mi vida. Me acurruco un poco más cerca, dispuesta a sentir su calor y derretirme entre sus brazos. Al instante, sus manos presionan en mi piel y sus músculos se contraen contra mí. No pretendía despertarlo, pero disfruto haberlo hecho. —Hola, dormilona —susurra, pegado a mi oreja y con su voz ronca y baja. Sonrío otra vez, es inevitable hacerlo. —Hola, amor —digo y me giro un poco, para recibir el beso que me espera. William no duda en darme lo que quiero, lo que necesito. Sus labios se mueven