Capítulo 35. No puedo creerlo. Narra Nahia Anderson. Estafada, así me siento. Me arreglo a regañadientes, queriendo dejar su oficina, su empresa y hasta su casa. Trato de entenderlo, y de verdad lo hago, sé que para él quizá este no es el momento correcto. Pero no me jodas, no puedes calentar a una mujer y simplemente dejarla así por cuestiones morales, esto debería ser un crimen penado con condena máxima. Termino de arreglarme y salgo de su oficina, chocando en el trayecto con mi mejor amiga. —¿Qué pasa? ¿Por qué traes esa cara? ¿Todo bien? —pregunta preocupada y yo me limito a asentir. Camino hacia mí pequeño cubículo, tratando de esconder mi rostro y ella me toma del brazo para detenerme pero le pido que me permita dejar mis cosas allí. —Hay una reunión para tratar la estrate