Capítulo 59. ¡Al fin! Noah Ferguson La miro esperando una respuesta, a la expectativa de sus palabras. La deseo, sí. Demasiado, más de lo que alguna vez he deseado algo. Y aunque me cueste un jodido mundo guardarme las ganas y mi v***a esté a punto de reventar como lo estuvo esa noche en la que estaba tan vulnerable, en la que me pidió hacerla mía y solo pude guiarla para que liberara esa presión que sentía, porque no podía tomarla en ese estado, sé que si ella me dice en este momento que no está lista, voy a respetarla. Aunque me cueste un jodido mundo, voy a mantenerme a raya como el caballero que soy. Pero las ganas y el deseo que siento por ella no van a mermar, solo quedarán las ganas acumuladas y serán mis manos las que guíen mi liberación mientras pienso en ella, siendo