Narra Lisa Cuando le confesé a mí madre, que a mí también me gusta Martín me puse muy nerviosa, tenía mucho miedo de lo que iba a decir, pero tenía que decírselo. Me sorprendí cuando nos abrazo, pensé que se opondría, estuvimos conversando cómodamente, hasta que me entró una llamada, vi la pantalla y era una llamada de mi papá «¡vaya hasta que se acuerda que tiene hija!» pienso con ironía. –Disculpen ahora vuelvo– me levanto y me voy al jardín. Contesto. –Hola papi, ¿cómo estás?– pregunto alegré. –Bien, ¿y ustedes?– –Muy bien gracias a Dios– respondo. –Que bueno princesa, me alegro que estén bien con su mamá– dice con dulzura. Me quedó en silencio un momento. –Papá… hay algo que quiero decirte– –Dime– –Me voy a meter en tratamiento, para dejar mi enfermedad– un silencio se apod