Narra Héctor Iba caminando por el pasillo de la planta alta y me encontré con Manuel nos dinos los buenos días y me dijo que quería hablar conmigo. –¿Qué pasó?– pregunté con interés. –Acabo de contratar a un custodio para que cuide a Lisita– musita para que nadie lo escuché. –Muchas gracias– susurro. –No tienes nada que agradecer, Lisa es como una hija para mí– asiento con una sonrisa. Bajamos y al llegar al comedor, Manuel le dió un beso y un abrazo a mi hermana, luego de saludar a mi hermana se sienta en su lugar a un lado, en eso bajan mi madre con las niñas y mi güerita hermosa venía ayudando a las niñas a bajar las escaleras, se ve tan bella, en cuanto cruzamos nuestras miradas nos sonreíamos dulcemente, en cuanto se sentó a mi lado la saludé con un suave beso en la mejilla. Al