Narrador Omnisente
Luego de que Lissie se acercó a sus amigos, minutos después también se acercó Raúl, pusieron las mañanitas, los chicos bailaron con ellas, cuando fue el turno de Raúl en bailar con Lissie, todos los miraron con una risita. Raúl tomo de la cintura a Lissie, ella sintió escalofríos en todo su cuerpo se le empezó a erizar la piel, con solo tenerlo tan cerca sintió las maripositas en su vientre, deseaba tanto besarlo, Raúl la miraba fijamente a sus bellos ojos azules, se olvidaron de todos a su alrededor, Raúl puso su cabeza en el hombro de Lissie y le dijo.
–Bonita, no sabes las gana que tengo de besarte, no podemos seguir así, tenemos que decirle a todos lo que sentimos, que nos amamos– susurró en el oído de ella.
Lissie se quedó en silencio un momento, pero cuando iba
