En la cabeza de Sean llegaban muchas razones del por qué su madre se encontraba parada enfrente de ellos a altas horas de la noche. Negó con su cabeza al saber que todas sus ideas se resumían en una simple palabra: “molestar”. Lo único que su madre sabía hacer desde que él comenzó su compromiso con la bailarina. — ¿Entonces? — La susodicha les sonrió sin mostrar sus dientes y entrelazó sus manos — ¿Ninguno de los dos me va a contestar o debo de adivinar yo? — Jade observó a Sean de reojo y volvió su mirada a su futura suegra. — Yo creo que me iré a dormir Sean — Jade musitó ignorando por completo a la madre de su prometido. Sean movió su cabeza y asintió hacía ella — Con permiso señora. Espero tenga una linda noche. Ambos observaron a Jade caminar hacía las escaleras principales y su