[Lola] La alegría nos inundó profundamente cuando nos enteramos de que estábamos embarazados, más no quisimos decirle a nadie. No sabemos si fue la danza de la fertilidad o el té, pero lo que si sabíamos es que pronto seríamos padres y eso de verdad que no me lo esperaba. —Haciendo cálculos, seremos papás en el verano — le digo a Martín feliz mientras reviso mi agenda en la pastelería. —¿Ya tienes agendado al babé? ¿Qué pasa si no llega a la cita? — bromea. —No, sólo me gusta ver cuándo posiblemente llegará, para tener todo listo. Pintaremos la habitación de blanco o un color crema, así cuando sepamos que le gusta la podremos adornar.— —Me parece perfecto.— —Y … ¿qué te parece si no compramos una cuna? — —¿Cómo? — —Sí, podríamos comprar un colchón más grande y puede dormir ent

