CAPÍTULO 66 Estamos en la habitación completamente desnudos, besándonos con locura, siento la parte baja de mi vientre muy húmeda. Me separo de él y lo veo con lujuria, le esbozo una traviesa sonrisa. Lo aviento a la cama, y me pongo de rodillas frente a él, y le digo… —Seré yo quien tome el control de esto, siempre eres tú, ahora me toca a mí —se ríe divertido y me ve con muchísimo deseo. —Puedes hacerme lo que quieres, soy todo tuyo —eso me encanta y le sonrío coquetamente. Lo besó ardientemente, mientras lo toco de sus mejillas, me va acariciando con fuerza la espalda, siento su m*****o ya listo para mí, mmmm, como me fascina. Me separo de a poco y lo miro de forma traviesa, bajo la mirada a su pene y suelto una sonrisita, veo deseo en sus ojos, deseo que lo tenga en mi boca, me r