CAPÍTULO 46 IKER Estar de nuevo con mi niña, me hace tan feliz, el alma me volvió al cuerpo, ya no me siento vacío, soy muy dichoso. Nunca me imaginé que fuera ella quien viniera a mí, estaba dispuesto a todo por su perdón. Quisiera que este día no acabará, disfruté mucho estar de nuevo en sus brazos, volverla a besar, sentir sus caricias, sus besos, escuchar un te amo de su boca, no voy a desperdiciar esta oportunidad que me acaba de dar, me dedicaré a hacerla feliz, amarla como ella lo merece. Acaricio su bello rostro, beso sus labios. —No te vas a arrepentir por esta oportunidad, mi chiquita, te lo juro —vuelvo a besar su boquita. Nos miramos, puedo sentir mis ojos brillar de felicidad. —Eso espero, Arce —me dice tomándome de la camisa. Río. La beso. —Vámonos. —¿A dónde? —me mi