CAPÍTULO 52
DANIELA
Llegamos a la playa solitaria de Topolobampo, miro las llamas de una pequeña fogata, sonrío. Me abre la puerta de la camioneta, tomo su mano y caminamos sobre la arena donde se encuentra un camino de pétalos que llega hasta la entrada de una bella cabaña. Abre la puerta de la cabaña, al entrar nos recibe una bella iluminación cálida de luces de guirnaldas y farolitos haciendo el lugar mágico. Veo velas de diferentes tamaños y colores, creando un ambiente cálido y acogedor. Las velas tienen un aroma agradable y relajante, su olor son de vainilla lavanda.
Camino por el lugar, admirando todo, hay ramos de flores rojas, y blancas. Veo una rueda de la fortuna con pequeñas luces, que contienen fotos de nosotros, me acerco más, sonrío, son algunas fotos de años atrás y de a
