Rusia, 03: 30 p.m Jennell salió del aeropuerto y tomó un taxi al hotel más económico y próximo. Allí, luego de dejar su maleta, llamó a Will, informando de su viaje. Will extrañamente estaba raro, parecía que quería decirle algo y luego no lo hacía. Jennell atribuyó esto a los nervios. Ella también lo estaba. Mientras tanto, esa tarde, descansaría y mañana, mañana iría al banco, a reclamar la pequeña cuota que le correspondía de la cuenta ese año. Iría con discreción y obviamente, pediría silencio. Nada de informar a Dimitry. En cuanto lo tuviera, buscaría el piso más cercano a la empresa, allí, se instalaría y esperaría ver a Dimitry. Seguiría su paso, y esperaba poder encontrar algo que le incriminara. Con eso en mente, se durmió en la cama de ese hotel solitario a la orilla una carr