Termino de acomodar la sala y apago la luz, una sensación fea recorre mi cuerpo y como la niña, miedosa que soy, salgo corriendo a subir las escaleras y al estar arriba siento como mi corazón late a toda velocidad. No voy a poder dormir, lo sé. Respiro hondo y me dirijo a la puerta de la habitación de Kilian, tomo valor para tocar la puerta, pero antes de poder hacerlo esta se abre.
Intento decir algo pero se me adelanta- ¿Tampoco puedes dormir?-
-No, te iba a proponer que hiciéramos pijamada ¿te parece?-
Cierra la puerta de su habitación detrás de él. –Me parece excelente.-
-Solo que esta vez no deberíamos ver nada que tenga que ver con algo de miedo-
-Por mi mejor.- Ambos bajamos las escaleras, él delante de mí.
Al estar en la planta baja nos sentamos uno al lado del otro en el sillón de la sala y encendemos el televisor- ¿Has visto orgullo y prejuicio?-
-¿Es una película?-
-Lo es ¿quieres verla?-
-Lo que sea por mi está bien.-
-Okey, ¿listo?- Kilian asiente, así que le doy play. Me recuesto junto a él e intento no pensar en cómo se sentiría besarlo. ¡Dios! ¿Qué pasa conmigo?
-¿Por qué solo no le dice que lo ama?-
-Por eso se llama Orgullo y prejuicio- Contesté.
-Complican demasiado las cosas-
-Lo hacen, ambos son orgullosos y no se atreven a decir lo que sienten.- Kilian se quedó callado por unos segundos sin quitar su mirada de la mía.
-Nia, yo…-
Arriba se escuchó ruido seguido de unos pasos.- Mamá- escuché a Camil decir.
-¿Le pones pausa? Ya vuelvo-
-Claro-
Me levanté del sillón y subí corriendo las escaleras. Al estar en el segundo piso me encontré a Camil sentada frente a la puerta de mi habitación. Ella al verme me estiro los brazos.- ¿Qué paso mi amor? ¿No puedes dormir?-
Camil no contesto nada solo me abrazo.- Jamás me dejes- Dijo en susurro.
-No lo haré, siempre estaré contigo- Trato de no llorar, no frente a Camil. Me levanto del suelo con Camil en brazos y bajo al primer piso.- ¿Quieres ver una película con Kilian y conmigo?-
Camil asiente. Me siento junto a Kilian y siento a Camil en medio de ambos. Pero segundos después Camil se sube encima de mí y se recuesta a mi pecho. Kilian observa a Camil y luego a mí y nota mis ojos cristalinos, niego con la cabeza, y el entiende que no quiero hablarlo, así que le da reproducir a la película.
…
Viernes en la tarde
La puerta de mi habitación sonó varias veces, rápidamente me tiré de la cama y al abrir la puerta me encontré con Matt quien carga a Camil.- Dile adiós a Nia.-
-Adiós, te veo luego-
-¿Cómo que te veo luego? ¿Usted para donde va señorita?-
-Calle.- Contesta moviendo la cabeza de manera graciosa.
-¿A dónde van?- Le pregunto a Matt.
-Los gemelos quieren verla.-Asiento.
Tomo el rostro de Camil entre mis manos y le doy un largo y sonoro beso en la mejilla. Ella arruga la cara. La entiendo a mí tampoco me gustaba cuando mamá y papá lo hacían.
Seguido de eso acompaño a Matt a la salida. Unos minutos después los veo marcharse en el auto.
-Parece que estamos solos- Dice Kilian detrás de mí causando que de un salto.
-Casi me matas del susto, idiota.-
-No seas llorona, hay algo que te quería pedir-
-Lo que sea, dime-
-¿Quieres ir a dar una vuelta?-
-Claro, me cambio y nos vamos.-
…
Subí a su auto y me puse el cinturón. -¿A dónde iremos?-
-Pensaba que podríamos ir a comer pizza, ir al cine y luego un helado ¿te parece?-
-Me parece un buen plan.- Le sonrío.
…
-Entonces ¿A qué edad diste tu primer beso?-
-En preescolar.-
-Por lo visto no perdías el tiempo, yo en preescolar comía tierra.-
-Cuando se es galán eso pasa sin buscarlo-
-Ah bueno, disculpa por no nacer linda como tú.-
-Mejor dime ¿Cuántos corazones ha roto una belleza como tú?-
-No los suficientes-
-Pobres criaturas.-
-Pobres, no ya, en serio, a la que le han roto el corazón es a mí, y muchas veces, pero no viene al caso-
-Me cuesta creerlo, habría que ser muy idiota.-
-Por desgracia de esos hay muchos.-
-A como habemos muchos que somos buenos.-
-Sí, también.-
El problema es que no me quieres.
-¿Nos vamos al cine?-
-Vamos, iré a pagar la cuenta y regreso.- Revisé el teléfono por si tenía algún mensaje de Matt, pero parece que todo va bien por allá, como siempre.-
Salimos de la pizzería y caminamos un poco hasta el cine. - ¿Si sabes que me debes dejar comprar las entradas?-
-Yo quiero pagarlas, es lo mínimo que puedo hacer, como agradecimiento por acompañarme.-
-Hablas mucho, la conclusión es que yo las pagaré.-
-¿No tengo opción?-Negué con la cabeza. El rió encogiéndose de hombros.-Okey.-
…
Tomamos nuestros lugares y minutos después la película comenzó. Kilian pesé a mi suplicas me termino convenciendo de ver una película de terror en 3D, y yo de tonta acepte, y bueno acá estoy cagándome de miedo.
-Te odio- Le susurre.
Kilian se giró hacia mí.- Si tienes miedo toma mi mano.-
-No soy una niña- Le dije.
-Pues yo si- Rápidamente entrelazo su mano con la mía. Sentí un hueco en el estómago y piel se erizó. Me mantuve en shock por unos pocos segundos hasta que me relajé y lo sujeté de igual manera y así se pasó la película, hasta que por desgracia acabo y tuve que soltar su mano.
-Al final no dio tanto miedo la película- Le digo.
-A mí sí me dio mucho miedo, incluso creo que vas a tener que dormir conmigo.-
-Yo pateo mientras duermo-
-Que coincidencia, yo doy besos mientras duermo.-
-Qué raro nunca había escuchado de algo así-
-Sí, que raro.- Se encoge de hombros y toca su cabello mientras sonríe.
Quieta Nia, no babees.
-Estaba pensando, ¿quieres ir a comer un helado o ir a tomar un trago?-
-Vamos por ese trago.-
Caminamos hacia el auto y minutos después ya nos estábamos estacionando frente a un bar. Nos sentamos en la barra y pedimos unos tragos, mientras que al fondo la gente baila.
...
Me bajé de la silla y jale a Kilian del brazo hasta la pista.- ¿Te sientes bien?-
-Bien mareada-
-Ay Dios mío, bueno si, bailando se te baja un poco.- Lo acerqué a mí jalándolo del brazo y sin pensarlo comencé a bailarle. Realmente no estoy tan borracha, estoy en el punto medio donde no estoy del todo bien pero sé lo que hago y aunque sé que está mal, intento provocarlo y creo por cómo se muerde el labio, lo estoy logrando. Me doy vuelta quedando de espaldas a él.- Nia- Susurra.
-Dime.- Tiro mis brazos hacia atrás tomando sus manos y haciendo que las ponga sobre mis caderas.
-Te odio.-
-¿Por qué?-
Kilian me hace girar.- Me pones las cosas muy difíciles.-
-¿Por qué simplemente no me besas?-
Kilian sonríe y sin pensarlo dos beses me besa, me besa de una manera muy diferente, esta vez me besa con tanta necesidad, con deseo como si hubiera estado esperando esto y sería mentir si digo que no me siento igual.- Necesitaba urgentemente volver a sentir tus labios.- Lo vuelvo a besar.
-Deberíamos regresar a casa.- Le digo.
-Deberíamos.- Contesta con su sexy sonrisa.
Subimos al auto y regresamos a casa. Kilian apaga el auto se suelta el cinturón y se inclina para soltar el mío, mientras que aprovecha la distancia para darme un corto beso en los labios. Para este punto necesito entrar a la casa urgentemente.
-Vamos adentro.-
Me bajo del auto, voy a la entrada y abro la puerta, detrás de mí quien rápidamente cierra la puerta principal con seguro.
Nuestras miradas se encuentran, él acorta la distancia acorralándome contra la pared. Cierra los ojos y deja salir un suspiro.- Me vuelves loco- Dice antes de besarme. Él acerca su cuerpo y lo junta al mío, toma mis muslos con ambas manos y me sube en su cadera. Y como si yo no pesara nada me lleva al segundo piso y a su habitación.
Me coloca en su cama, y estando frente a mí se quita la camisa, despeinando su cabello al hacerlo, definitivamente Dios tiene favoritos. –Todo lo que la bata de doctor esconde.- Le digo y el ríe.
Me quito el vestido quedando con la ropa interior. Kilian se acerca al borde de la cama y se inclina frente a mí tomando con ambas manos mi rostro.- Me encantas, pero debo preguntar, ¿Estas segura de querer hacerlo? No quiero que hagas algo que no quieres por compromiso, yo perfectamente puedo esperar.-
Tomo su rostro de igual manera-quiero esto tanto como tú.-