Todo se vuelve un completo caos. La mayoría de los hombres que nos habían rodeado se acercan a Andrew y lo inmovilizan contra el suelo. — ¡CORRE! — grita forcejeando con los cinco hombres que lo retienen. Salto de la tumbona. Antes de que mis pies toquen el suelo alguien rodea mi cintura y me levanta hasta colocarme sobre su hombro. — ¡SOLTADME! — Ordeno pataleando — ¡SOIS UNOS ANIMALES! ¡SOLTADME HE DICHO! No paro de golpearle la espalda con los puños en ningún momento mientras se aleja conmigo. Cuando se adentra en el bosque y dejo de escuchar las voces de los guardias, todas las luces del palacio que se encendieron en cuanto dieron la voz de alarma y solo escucho la respiración agitada de este hombre empiezo a temblar. — ¿Qué vais a hacerme? — pregunto dudando si quiero saber la re