Diez… ya tiene casi tres años y está enorme…. Uno de los tantos sueños que él, me hizo realidad… tener un perro…
Diez había sido mi compañía esos años y ahora estaba allí, conmigo, caminando por aquellos caminos de Malibú donde una vez caminamos antes de una cena en la playa, que fue interrumpida por Martha… justo el día que Camilo pretendía declararme su amor.
Decidí llevarlo a ese lugar a recordar aquel momento, a recordar de nuevo, segundo a segundo, cada uno de nuestros días juntos… de pronto echó a correr, pero yo ya no podía hacerlo. Del ímpetu que tenía casi me tira… así que le solté la correa. Lo llamé, pero no me respondió. Tampoco me preocupé, pues es listo y siempre sabe volver, solo fui tras él, lo más rápido que pude, pues mi vuelo a Turín saldría en tres horas y aun debía i
