Camilo – ¿Te gusta lo que ordené? (sonriendo orgulloso). Rocío – ¿De dónde sacaste que me gusta la pasta rellena? (sonriendo divertida mientras tomaba un poco de agua) Camilo – Tengo mis informantes (le guiñé un ojo e hice lo mismo). Rocío – ¿Un Querubín? (sonriendo mientras yo asentía con la cabeza y ella se reía) Le ofrecí mi chaqueta, porque con la calefacción tenía un poco de frío y, como en el coche, a cada rato nos estábamos besando tiernamente, y nuestras charlas giraban en torno a constantes halagos de uno hacia el otro… Camilo – ¿Te dije que eres hermosa? (sonriendo) Rocío – Tu eres más hermoso (sonrojada y mirando hacia abajo) Camilo – ¡¡Adoro cuando te sonrojas!! (Tocándole la nariz mientras sonreía) Rocío – Yaaaa… ¡¡no te burles!! (Tirándome un